¡Mis XV años!

Dhamar

No se preocupen tanto por lucir peinados rebuscados, collares de oro y vestidos lujosos, todas cosas exteriores, sino, que más bien irradie de lo íntimo del corazón la belleza que no se pierde, es decir, un espíritu gentil y sereno. Eso sí que es precioso ante Dios.